lunes, 21 de noviembre de 2011

XXI Evocación

Insectos voladores policromados capaces de devorar interiores;

intrusos demoledores de mentes, destructivos, insanos;

almas poseídas; creer en la perfección;

experimentar conexiones nunca vistas;

músculos enhiestos;

sensibilidad espontánea producida en la epidermis hacia específicos cuerpo/s; creación de mundos externos;

aparición de nuevos seres superiores expertos en crearte dependencia;

cuerpos en delirio;

sonidos aberrantes que derriban paredes y transportan al undécimo infierno;

movimiento de las capas internas de la razón;

bloqueo de capacidades;

criaturas tejedoras de futuros insuperables…

¿Similitud con la alienación?


Góndola.

martes, 15 de noviembre de 2011

XVII


Es asfixia, opresión, costuras de alambre en tus labios.

Tu cuerpo se inmoviliza, se rinde, se oculta…

Es un vómito de deseos incontenibles, de lágrimas rosas, de aromas magnéticos,

de gritos.

Una adicción a la droga de la adoración, obsesiva… Tremendamente provocadora.

Te lleva hacia los pecados.

Es incitante, evocador, constante, sensual…

Rompe líneas, espacios infinitos, océanos y continentes completos.

Lleva hacia el inframundo virgen y plateado.

Te vuelve maniático e incómodo; te prohíbe la expresión y te hace impotente.

Es un caos de liberación segundo tras segundo.


Góndola.

martes, 1 de noviembre de 2011

Noviembre.


El amor llegó en estado líquido, en forma de agua, como un torrencial de olas indomables que se llevaban consigo todo lo que podían arrastrar.

Quedó solo una piedra en el camino, la más fuerte. Era blanca y aunque tuviese el mayor poder, la más diminuta. Nadie se habría percatado de ella, de su existencia y su sentimiento si el verdadero cariño no se hubiese entrometido en aquel venturoso momento.

Este mineral níveo permaneció allí a pesar de que la desertización que había causado el torrencial estuviese haciendo estragos.

La indiferencia hacia todo; la esperanza, la persistencia, el amor…

Allí sigue aún, desde que llegó el oleaje y desapareció lo vano.

Ella es el punto de obsesión de todo ser existente en el planeta óseo de su cabeza. Cada milímetro de su perfecta textura suave y firme perdura igual que el primer día en el que la tempestad de sentimientos confundidos dejó paso a lo que algún día todos llegarían a sentir por primera vez, para siempre.


Góndola.